Entonces, si estamos de acuerdo en que no vivimos en
una Democracia, si tenemos claro que vivimos en un régimen de poder oligárquico
donde no hay separación entre el poder Legislativo y el Ejecutivo, y donde la
potestad de juzgar no es independiente de ninguno de los otros dos poderes
porque el órgano de gobierno de los jueces, -el Consejo General del Poder
Judicial-, es elegido y nombrado por los partidos políticos estatales.
Entonces, si lo partidos políticos se han convertido
en órganos del Estado, pagados por el Estado, y han abandonado su lugar propio
que es la Sociedad Civil, y han dejado a esta sin mediación política ante el
Estado. Si los ciudadanos no están representados en las instituciones del
Estado (Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Parlamento, Gobierno) porque las
listas electorales son hechas por los jefes de los partidos, porque no son
candidaturas uninominales, porque los distritos electorales son las provincias,
porque el sistema proporcional corregido por la Ley D´Hont no garantiza
la representación de la sociedad, porque los Diputados votan por mandato
imperativo de sus jefes de partido… y no en defensa de los intereses de los
electores.
Entonces, si sabemos que en el Congreso de los
Diputados, en los parlamentos regionales y en los ayuntamientos no existe la
capacidad de controlar al ejecutivo porque en esas instituciones siempre manda
e impone su voluntad el presidente del gobierno, el presidente autonómico o el
alcalde.
Entonces, si tenemos un Tribunal Constitucional que es
un tribunal político, elegido y nombrado por los partidos políticos para
perpetuar el régimen monárquico de partidos estatales.
Entonces, si estamos sumidos en una crisis de Estado
por causa de la gran crisis institucional, la corrupción de la monarquía, de
los partidos políticos estatales, del gobierno, de las comunidades autónomas,
de los ayuntamientos… si conocemos que existe una corrupción generalizada del
sistema político español a causa de la ausencia de controles políticos.
Entonces, si conocemos que en España realmente
legislan las grandes empresas petroleras, las eléctricas, las del gas,
las de telefonía y la banca… si sabemos que los medios de comunicación
están al servicio de todo este entramado; adscritos y convenientemente relacionados
con grupos de presión financieros. Conociendo además que a muchos partidos
políticos les son condonadas sus deudas en los bancos…
Entonces, si sabemos que sin Democracia no es posible
que los ciudadanos accedan al poder político, elijan representantes a la
Asamblea Nacional, elijan gobierno, elijan alcaldes y concejales y
participen en política. Si conocemos la verdad de que hoy en España solo
plebiscitamos listas de partido hechas por 6 o 7 personas para todo el país, de
que no podemos elegir y deponer a nuestros representantes y gobierno.
Entonces, si no tenemos Libertad Política, ¿por qué
permitimos el secuestro de nuestros derechos políticos y de nuestra libertad
por parte de esos mismos partidos políticos? ¿Por qué aceptamos que nos
digan que hay que participar en política, si luego nos niegan la posibilidad de
elegir y deponer a los que nos han de representar y gobernar? ¿Por qué
nos machacan con eso de que votar es un deber cívico, y no un derecho político?
¿Por qué preparan ellos las candidaturas? ¿Por qué imponen el mandato
imperativo sobre los diputados y concejales? ¿Por qué defienden el sistema
proporcional y no el mayoritario a doble vuelta? ¿Por qué los partidos
políticos tienen miedo a la libertad?
Eso es. Miedo a la libertad, miedo a que el pueblo o
la ciudadanía, -como a ellos les gusta decir-, elijan. Ellos dicen: el pueblo
se equivoca, el pueblo no sabe, el pueblo es de derechas, el pueblo es de
izquierdas… por eso nosotros tenemos que guiarlo, tenemos que corregir sus
vicios, estamos obligados a decidir por el pueblo; y así las cosas, impongo una
sistema electoral proporcional corregido por la ley D´Hont, y hago
distritos grandes, y no dejo que el pueblo elija al jefe del Estado o Presidente
del Gobierno en elecciones separadas de las de diputados… hago que sean ellos
quienes lo plebisciten, eso sí, presento las elecciones legislativas como si
fueran presidenciales.
Ya está, los jefes de partido eligen a sus diputados,
el pueblo les da un tanto por ciento, se reúnen, se ponen de acuerdo y ellos
eligen a quien previamente les ha puesto en las listas. Este, el jefe, manda en
todo, manda en el partido, manda en el parlamento, manda en el gobierno, manda
en RTVE, en el Consejo General del Poder Judicial, en el Tribunal Supremo, en el
Tribunal Constitucional, en el Tribunal de Cuentas, en el Defensor del Pueblo…
Estos son los que nos han traído a la situación
actual: paro de 6.000.000 millones de personas, recortes en servicios
sociales, recortes salariales, crisis financiera, subyugación a los
intereses de Alemania y otras potencias extranjeras, crisis moral, crisis de
valores, corrupción estructural, crisis de Estado y de Gobierno. Ayuntamientos
y Comunidades Autónomas arruinadas.
Entonces; yo les propongo que sean valientes. Tengan
ustedes valor, señores de los partidos, -todos, uno por uno-, sí, los que están
cómodamente instalados en el Estado, miren, les propongo que hagan como en
nuestra vecina nación, la República Francesa: separen la elección de Diputados
y Jefe del Estado o de Gobierno en dos elecciones diferentes. Para las del Jefe
del Estado en distrito único de toda España a doble vuelta y por mayoría.
Para la de los Diputados en distritos pequeños, en candidaturas uninominales y
a doble vuelta también. Dejen de meter sus narices en el órgano de gobierno de
los jueces, sí, dejen que el CGPJ se constituya como un verdadero órgano
independiente del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo.
Señores diputados, señores senadores, señores
concejales, señores alcaldes, señores presidentes de todo y de la nada, señores
miembros de los partidos políticos… Quizás sea España el país más corrupto de
Europa, y eso se lo debemos a ustedes, al Rey, al Gobierno, a la Ley Electoral,
a la no separación de poderes, a que los ciudadanos no están representados, a
esta oligarquía de partidos estatales, que solo ha pensado en repartirse el
Estado en proporción ajustada a sus porcentajes electorales.
Entonces, ciudadanos, nosotros a lo nuestro: a
conquistar la Libertad Constituyente, a por la Democracia y a por la Libertad
Política Colectiva, que ya es hora.
Vicente Carreño Carlos.
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