jueves, 18 de julio de 2013

Los Partidos Políticos



Los partidos políticos deben ser civilizados, deben ser originarios de la Sociedad Civil, lugar del que nunca debieron salir para convertirse en Partidos Estatales, órganos del estado instalados cómodamente en el Estado, ajenos a la sociedad civil y a los verdaderos problemas que esta padece. Cuando se integraron en el Estado perdieron toda legitimidad como instrumentos de mediación entre la sociedad y el estado. La perdida del mandato imperativo por parte de los ciudadanos, y el traspaso de este a los todopoderosos dirigentes de los partidos políticos ocasionó la desvinculación de estas asociaciones políticas respecto de los intereses de los electores; no existe  representación cuando no hay distrito electoral, lugar donde reside verdaderamente el poder político de los electores. La representación uninominal, a doble vuelta y por mayoría, y la facultad de elegir y deponer a los diputados, -cuando la función de estos no está en consonancia con el programa acordado y con los intereses del distrito-, es la clave del arco de bóveda.
Los partidos políticos son la consecuencia lógica de la libertad de asociación, por eso mismo no es necesaria ninguna ley que regule, restrinja o coarte la libre creación de los mismos. En el seno de la sociedad civil serán el lugar común de debate, creación y propuesta de solución a los problemas y necesidades de los diferentes sectores sociales que la integran; surgirán en el seno de ella; de la controversia y de la pugna por conquistar la hegemonía.  Naturalmente tendrán la capacidad, -a la luz de sus respectivos ideales-, de elaborar programas, y establecer acciones de gobierno y control sobre los asuntos públicos.
En el distrito electoral, los ciudadanos en general, las asociaciones profesionales, laborales, sindicales, empresariales, vecinales, de afectados por los más diversos problemas socio sanitarios, de servicios sociales y educativos; también los propios partidos políticos, todos tendrán la oportunidad de establecer sus preferencias y poner de manifiesto la necesidad de abordar las acciones políticas tendentes a dar solución a las carencias percibidas en el día a día. A la hora de presentar candidaturas para representantes de distrito, no habrá exclusividad para los PP.PP. , estas podrían presentarlas ciudadanos independientes, pero también aquellos podrán proponer a sus candidatos; como es natural, la mayoría de candidaturas seguirán siendo respaldadas y presentadas por los partidos, pero ahora ya de forma uninominal y habiendo quedado claro que el candidato, después de ser elegido, representa al distrito y no al partido, y que, por lo tanto recibe de aquel –el distrito- su mandato imperativo. Tendrá en el distrito su oficina y se reunirá periódicamente con sus electores; y acudirá a la Asamblea Nacional a defender los intereses del distrito mas allá de si le han votado unos u otros, pues lo ha elegido la mayoría, y desde ese preciso momento se siente concernido por todos. De esta manera, los partidos políticos se verán obligados presentar a sus mejores candidatos, no a los más sumisos obedientes de los jefes.
Los partidos son así órganos de participación ciudadana, son cauces representación, son instrumentos de la sociedad civil; dejan de ser órganos estatales para pasar a ser la mediación política entre aquella, -la sociedad-, y el Estado. Habrán de dejar de ser financiados por el Estado y se financiarán de las cuotas de los afiliados, adscritos y simpatizantes, no dependerán financieramente de nadie para poder ser libres de actuar.

Vicente Carreño Carlos
Totana, 15 Julio de 2013

martes, 9 de julio de 2013

LOS PORTAVOCES



Sorprendente, si, sorprendente fue escuchar ayer en la SER, en  el programa de la tarde. El trabajo radiofónico de “investigación” consistía en buscar el nivel de conocimiento que tenían los votantes  sobre  los nombres de los portavoces de los grupos parlamentarios representados en el Congreso de los Diputados.
El planteamiento del director del programa y del equipo redactor era hacer una aproximación sociológica para, -una vez conocidos los datos numéricos acerca de cuantas personas sabían los nombres de los trece portavoces parlamentarios-, establecer el nivel de compromiso, adecuación ideológica y concienciación política existente entre los votantes y de la propia clase política.
Aunque no lo digan, tratan de medir la “calidad democrática” del régimen. Si muchas personas conocen la adscripción ideológica de tal o cual portavoz, y además conocen su nombre y apellidos es porque están al tanto de las elecciones y del asunto político. Si muchos votantes conocen los nombres y apellidos de los portavoces parlamentarios es porque saben lo que hacen y saben lo que votan, y son libres, y eligen al portavoz que quieren.
No se cuantos ciudadanos cayeron en la cuenta de lo ridículo del planteamiento, ¿qué más da conocer el nombre del portavoz de tal o cual partido si no conozco el nombre de mi representante?. ¿Porqué he de conocer el nombre y los apellidos del portavoz de este o aquel partido si tan siquiera  tengo la oportunidad de poder elegir a un representante del distrito electoral en el que vivo?.
A ningún periodista se le ha ocurrido preguntar a los habitantes de tal o cual provincia, -actual distrito electoral-, los nombres de los diputados de lista de partido que hoy por hoy se integran el parlamento, y que fueron electos gracias a la designación de sus jefes de filas. Para los periodistas no es importantes ni relevante el hecho significativo de que no hay representación de los ciudadanos. Ellos solo entran en el juego que les marca el paso impuesto por las oligarquías y nombradías obedientes a la voz de su amo.
Quieren que los españoles recuerden el nombre de los portavoces parlamentarios, y consideran que esta circunstancia es un signo de “calidad democrática” del régimen partitocrático, pero no prestan atención al echo de que los ciudadanos no conozcan el nombre del supuesto diputado de distrito que supuestamente le ha de representar en el Congreso de los Diputados; y es que no pueden conocerlo por que no existe, y no existe porque la Ley Electoral y la Constitución española no lo permite. No hay representación en España, hay un solo poder porque quien manda en el Gobierno, manda también en el Parlamento y en el Poder Judicial, no hay separación de poderes en origen, los españoles no podemos elegir al presidente del ejecutivo en una circunscripción única y a doble vuelta, como por ejemplo ocurre en Francia, pero los periodistas pretenden que conozcamos el nombre de los portavoces de los partidos estatales, y lo que es peor,  quieren presentarnos ese detalle como un signo calidad y pureza democrática.
Flaco servicio el de este periodismo español organizado entorno a grupos de poder, a la propia clase política constituida en oligarquía, y la oligarquía financiera y económica. No buscan la verdad y no defienden la Democracia ni la Libertad Política.

Vicente Carreño Carlos
Totana, 7
de Julio de 2.013

sábado, 6 de julio de 2013

Separación de Poderes


Libertad Constituyente





¿Cómo conseguir la Democracia?

 


  1. Apertura de un periodo de Libertad Constituyente que permita a la ciudadanía valorar y conocer las diferentes formas de estado y de gobierno existentes, entre ellas la República Constitucional, con su forma de estado republicana y su forma de gobierno democrática y elegir libremente mediante referéndum.
  2. Redacción de una nueva Constitución, mediante la convocatoria de elecciones a la Asamblea Constituyente para elegir diputados que formarán las Cortes Constituyentes que se encargarán de su redacción y que recogerá el resultado del referéndum.
  3. Separación e independencia de los tres poderes del estado.
    • Poder Legislativo: Compuesto por una Cámara de Representantes de la Nación. Cada mónada republicana (distrito de 100.000 electores), elige su representante y un suplente, bajo mandato imperativo del electorado puede ser revocado y sustituido por el suplente, o en una nueva elección del distrito. El sueldo del diputado será pagado por la circunscripción que lo elige y al que representa. La Cámara elegirá entre sus miembros un Consejo de Legislación con potestad de promulgar leyes. Las iniciativas legislativas podrán salir directamente de la ciudadanía
    • Poder ejecutivo. El Presidente de la República es elegido a doble vuelta, por sufragio directo de los gobernados en una sola mónada nacional. Este ejecuta las leyes aprobadas por la Cámara de representantes mediante su Consejo de Gobierno, los ministros elegidos por el Presidente.
    • Poder judicial. El Presidente del Consejo de Justicia se elige en elecciones directas por los participantes en el mundo jurídico. Mantiene así su independencia con respecto a los otros dos poderes estatales. El presidente elige a sus miembros y juntos elaboran el presupuesto de la Administración de Justicia para aprobar en la Cámara de Representantes. Actuará contra el Ejecutivo o el Legislativo cuando sus acciones sean consideradas ilegales inconstitucionales o, puede derogar cualquier mandato político en caso de sentencia firme. Desaparece el Fiscal General del Estado, el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, brazos del poder Ejecutivo. Por tanto se suprime la corrupción y la impunidad de la clase política.








ENTONCES








Entonces, si estamos de acuerdo en que no vivimos en una Democracia, si tenemos claro que vivimos en un régimen de poder oligárquico donde no hay separación entre el poder Legislativo y el Ejecutivo, y donde la potestad de juzgar no es independiente de ninguno de los otros dos poderes porque el órgano de gobierno de los jueces, -el Consejo General del Poder Judicial-, es elegido y nombrado por los partidos políticos estatales.

Entonces, si lo partidos políticos se han convertido en órganos del Estado, pagados por el Estado, y han abandonado su lugar propio que es la Sociedad Civil, y han dejado a esta sin mediación política ante el Estado. Si los ciudadanos no están representados en las instituciones del Estado (Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Parlamento, Gobierno) porque las listas electorales son hechas por los jefes de los partidos, porque no son candidaturas uninominales, porque los distritos electorales son las provincias, porque el sistema proporcional corregido por  la Ley D´Hont no garantiza la representación de la sociedad, porque los Diputados votan por mandato imperativo de sus jefes de partido… y no en defensa de los intereses de los electores.

Entonces, si sabemos que en el Congreso de los Diputados, en los parlamentos regionales y en los ayuntamientos no existe la capacidad de controlar al ejecutivo porque en esas instituciones siempre manda e impone su voluntad el presidente del gobierno, el presidente autonómico o el alcalde.

Entonces, si tenemos un Tribunal Constitucional que es un tribunal político, elegido y nombrado por los partidos políticos para perpetuar el régimen monárquico de partidos estatales.

Entonces, si estamos sumidos en una crisis de Estado por causa de la gran crisis institucional, la corrupción de la monarquía, de los partidos políticos estatales, del gobierno, de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos… si conocemos que existe una corrupción generalizada del sistema político español a causa de la ausencia de controles políticos.

Entonces,  si conocemos que en España realmente legislan las grandes empresas petroleras, las eléctricas,  las del gas, las de telefonía y la banca… si sabemos que los medios de comunicación  están al servicio de todo este entramado; adscritos y convenientemente relacionados con grupos de presión financieros. Conociendo además que a muchos partidos políticos les son condonadas sus deudas en los bancos…

Entonces, si sabemos que sin Democracia no es posible que los ciudadanos accedan al poder político, elijan representantes a la Asamblea Nacional, elijan gobierno, elijan alcaldes y concejales y  participen en política. Si conocemos la verdad de que hoy en España solo plebiscitamos listas de partido hechas por 6 o 7 personas para todo el país, de que no podemos elegir y deponer a nuestros representantes y gobierno.

Entonces, si no tenemos Libertad Política, ¿por qué permitimos el secuestro de nuestros derechos políticos y de nuestra libertad por parte de esos mismos partidos políticos?  ¿Por qué aceptamos que nos digan que hay que participar en política, si luego nos niegan la posibilidad de elegir y deponer a los que nos han de representar y gobernar?  ¿Por qué nos machacan con eso de que votar es un deber cívico, y no un derecho político? ¿Por qué preparan ellos las candidaturas? ¿Por qué imponen el mandato imperativo sobre los diputados y concejales? ¿Por qué defienden el sistema proporcional y no el mayoritario a doble vuelta? ¿Por qué los partidos políticos tienen miedo a la libertad?

Eso es. Miedo a la libertad, miedo a que el pueblo o la ciudadanía, -como a ellos les gusta decir-, elijan. Ellos dicen: el pueblo se equivoca, el pueblo no sabe, el pueblo es de derechas, el pueblo es de izquierdas… por eso nosotros tenemos que guiarlo, tenemos que corregir sus vicios, estamos obligados a decidir por el pueblo; y así las cosas, impongo una sistema electoral proporcional  corregido por la ley D´Hont, y hago distritos grandes, y no dejo que el pueblo elija al jefe del Estado o Presidente del Gobierno en elecciones separadas de las de diputados… hago que sean ellos quienes lo plebisciten, eso sí, presento las elecciones legislativas como si fueran presidenciales.

Ya está, los jefes de partido eligen a sus diputados, el pueblo les da un tanto por ciento, se reúnen, se ponen de acuerdo y ellos eligen a quien previamente les ha puesto en las listas. Este, el jefe, manda en todo, manda en el partido, manda en el parlamento, manda en el gobierno, manda en RTVE, en el Consejo General del Poder Judicial, en el Tribunal Supremo, en el Tribunal Constitucional, en el Tribunal de Cuentas, en el Defensor del Pueblo…

Estos son los que nos han traído a la situación actual: paro de 6.000.000 millones de personas, recortes en servicios sociales,  recortes salariales, crisis financiera, subyugación a los intereses de Alemania y otras potencias extranjeras, crisis moral, crisis de valores, corrupción estructural, crisis de Estado y de Gobierno. Ayuntamientos y Comunidades Autónomas arruinadas.

Entonces; yo les propongo que sean valientes. Tengan ustedes valor, señores de los partidos, -todos, uno por uno-, sí, los que están cómodamente instalados en el Estado, miren, les propongo que hagan como en nuestra vecina nación, la República Francesa: separen la elección de Diputados y Jefe del Estado o de Gobierno en dos elecciones diferentes. Para las del Jefe del Estado en distrito único de toda España  a doble vuelta y por mayoría. Para la de los Diputados en distritos pequeños, en candidaturas uninominales y a doble vuelta también. Dejen de meter sus narices en el órgano de gobierno de los jueces, sí, dejen que el CGPJ se constituya como un verdadero órgano independiente del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo.

Señores diputados, señores senadores, señores concejales, señores alcaldes, señores presidentes de todo y de la nada, señores miembros de los partidos políticos… Quizás sea España el país más corrupto de Europa, y eso se lo debemos a ustedes, al Rey, al Gobierno, a la Ley Electoral, a la no separación de poderes, a que los ciudadanos no están representados, a esta oligarquía de partidos estatales, que solo ha pensado en repartirse el Estado en proporción ajustada a sus porcentajes electorales.

Entonces, ciudadanos, nosotros a lo nuestro: a conquistar la Libertad Constituyente, a por la Democracia y a por la Libertad Política Colectiva, que ya es hora.

Vicente Carreño Carlos. 

Democracia Formal Municipal.
(La Representación Uninominal y la Separación de Poderes en la Política Municipal).


¿Quién no va a querer un Ayuntamiento democrático?
¿Quién no desea la Democracia como forma de gobierno para su pueblo y su Ayuntamiento?
¿Quién no quiere reglas de juego democráticas para elegir y gestionar el Ayuntamiento de su ciudad?
¿Se imaginan poder elegir al Alcalde de su ciudad,  de entre varios candidatos presentados en candidaturas ellos solos, sin concejales, sin listas, a doble vuelta y por mayoría de todos los electores de su ciudad o pueblo?.
¿Se imaginan poder elegir, por separado del Alcalde,  a todos los concejales del Ayuntamiento, por distritos, en candidaturas de un concejal por distrito, a doble vuelta y por mayoría de los electores de ese distrito?.
¿Se imaginan un Ayuntamiento con un poder Ejecutivo claro, el Alcalde, y un poder de Representación y Control, el Pleno,  en el que los Concejales representan a sus respectivos distritos electorales y a sus vecinos?.
De esta manera, el  Alcalde tendría a su favor la mayoría de todos los electores,  para gobernar y dirigir la gestión administrativa y política del Ayuntamiento.
El Pleno del Ayuntamiento tendría la importantísima  función como órgano de  Control Plenario, y  de Representación distrital.  Los Concejales de Distrito tendrían a su favor a la mayoría de los electores de cada barrio para ser representados.
El Alcalde no habría sido elegido por los concejales de la mayoría, por lo tanto no tendría  garantizada la impunidad, no tendría un cortafuegos en la mayoría de concejales puestos previamente  por él en las listas del partido. Ahí, en ese escollo,  tendríamos una garantía de control político a favor de los ciudadanos.
Los concejales que componen el Pleno no forman parte de listas, no están obligados a votar por disciplina de voto ni por mandato imperativo de partido.  Los Concejales de Distrito se deben a sus electores, a su barrio, y estarán concernidos  y obligados por lo prometido a sus votantes en la campaña electoral, en virtud de lo cual fueron elegidos. 
Los Concejales de Distrito, ó también llamados de Barrio, tendrán toda la autoridad política necesaria para su noble función democrática, por ello tendrán acceso a toda clase de documentación, que les será facilitada al instante de pedirla, tendrán la más absoluta libertad de movimiento en todas las dependencias y negociados municipales,  dispondrán de despachos. Las minorías tendrán garantizado ser mayoría en las comisiones de control…
Dos poderes que se vigilan el uno al otro, dos poderes que se miran con verdadero recelo, dos poderes constituidos por los ciudadanos, dos poderes que tienen que rendir cuentas a sus electores, y que, tienen que rendirse cuentas entre si; todo lo contrario de lo que ocurre ahora, donde quien tiene el poder de la Alcaldía, lo tiene todo… hace y deshace a su antojo, quita y pone de aquí y de allá, siempre tiene la mayoría del Pleno a su favor, no tiene nunca quien le controle eficazmente porque las minorías siempre están maniatadas por leyes y reglamentos antidemocráticos. Las comisiones de control son suyas siempre, prohíben a los funcionarios dar información a las minorías, contratan a dedo, crean plazas para amigos y conocidos, otorgan contratas de obras y servicios a dedo…
A estas alturas ya se habrán dado cuenta de que todo este formidable entramado democrático  implica un cambio notable en:
1º.- La Ley Electoral
2.º.-La Ley de Bases de Régimen Local
3º.- El Reglamento de Régimen interno de los Ayuntamientos.
Estamos hablando de  LA DEMOCRACIA  en tal que Separación de Poderes, que es la  capacidad para elegir por separado a quien nos ha de gobernar (El Alcalde) y capacidad para elegir también por separado a quién nos ha de representar (Los Concejales de Distrito).
Ahora en el Ayuntamiento  hay un solo  poder, absoluto, el del Alcalde, el de la mayoría. Los concejales de las minorías son convidados de piedra, pareciera que están de prestado, que no forman parte de la legalidad… solo tienen “derecho al pataleo”, se les trata con desprecio, se les niegan información, se les escamotean medios… solo representan a unas siglas, si de verdad se les considerara representantes de los ciudadanos, de los contribuyentes,  de los barrios y distritos, entonces, tendrían la consideración de respetables,  de  autoridades merecedoras de tal consideración institucional en función de su cargo.
La Democracia Municipal está por llegar. Tenemos que unir fuerzas para convencer con la fuerza de la razón de que es posible la DEMOCRACIA FORMAL MUNICIPAL.
Sin Democracia Municipal no hay progreso, porque no hay separación de poderes y porque no hay representación de los ciudadanos en el Ayuntamiento.

Vicente Carreño Carlos
Totana, 5 de Marzo de 2.013